El clown puede ser también actor. Es lo ideal, para Chame Buendía. “Hice un montón de publicidades con (Luis) Puenzo, (Carlos) Sorín y otros grandes directores de cine”, detalla. El mundo nuevo que “está apareciendo” es el cine. El clown ha participado en algunos films en España y en Igualita a mí, película nacional de Diego Kaplan. ¿Cómo llegó ahí? “Fue muy gracioso. Fui a ver un varieté de clown. No voy nunca, porque doy 800 cursos y de lo que menos tengo ganas es de eso. Estaba el director de casting y me dijo ‘quiero que hagas el personaje’. Pobres alumnos, no los eligieron a ellos, fue cruel”, relata, entre risas culposas. Para interpretar al hermano de Adrián Suar tuvo que sacarse la nariz roja. “No querían que hiciera clown. Hice comedia realista”, recalca. “Me siento actor, también. Para ser clown hay que tener siete virtudes: ser actor, director, autor, mimo, músico, acróbata y productor”.

“Mis ganas pasan por generar un producto, no sólo como actor sino también como clown”, anhela. En eso está en España, trabajando en una película que protagoniza Ernesto Alterio. El film lo dirige Emilio Martínez Lázaro y se llamará La montaña rusa. “Tengo que dirigir a Ernesto. Voy a crear números de clown para él y otro actor famoso. Es una comedia de amor con dos personajes payasos”, especifica. Se lo ve entusiasmado con la gran pantalla. “Tengo muchas ganas de que sucedan cosas en la Argentina, pero está todo por verse”, dice.