Fue figura central de la película Ronda nocturna, de Cozarinsky, cuando apenas era conocido. Ahora, después de Valientes y como galán de Juana Viale en Malparida, Gonzalo Heredia vuelve a ponerse frente a la cámara –una participación breve, y muda– en un film del director. “Está de visita en Apuntes... –dice el cineasta sobre el intérprete, al que llama cariñosamente ‘Gonzalito’–. Vino una tarde, como amigo, a que le filmara un primer plano mientras escucha una música de Ulises Conti. Pocos años atrás, cuando no era la superestrella que es hoy, se animó a un papel muy comprometido en Ronda nocturna. Tiene una mirada profunda, detrás de la cual se ve que ha vivido mucho, cosas difíciles algunas, algo que no tienen las miradas de tantos ‘carilindos’ de la televisión. Le tuve fe y él me tuvo fe. Esa es la base de una relación que no puede conocer altibajos. No sé cuándo volveremos a trabajar juntos, pero sé que nuestra amistad es firme.”