Pocos ciclos radiales pueden darse el lujo de llenar de fans un bar y pasar ahí la música que se graba especialmente para sus emisiones. Tampoco son numerosos los que reúnen a una audiencia tan diversa desde un temario centrado en ejes políticos y económicos. Cheque en blanco lo ha logrado, y Alfredo Zaiat –que aparte de conducir es editor de la sección de Economía y del suplemento Cash de Página/12– se prestó a ensayar explicaciones: “Hemos mantenido la audiencia joven de la radio y simultáneamente llamamos la atención de los que en algún momento pasaron por el rock y mantienen ese espíritu. Supongo que es porque nosotros también nos sentimos en ese lugar”.

La artística define una identidad inconfundible. Audios grabados y canciones ad hoc completan una alternancia sonora difícil de hallar en el dial de los fines de semana. Y la última novedad es el protagonismo de las nuevas generaciones. “Los más grandes siempre opinaban y llamaban. Ahora aterrizaron con fuerza los pibes”, ratificó Zaiat. ¿El secreto para durar tanto? Mística: “Somos un equipo de amigos que se comprometió. Eso genera una respuesta acorde del otro lado ¡Si no, nadie nos levantaría tan temprano un sábado!”.