“A mí me encanta que el teatro se incorpore a los temas políticos y los festejos masivos. Lo que lograron los colegas de Fuerza Bruta en el Bicentenario fue fantástico. Es lo que habíamos deseado desde siempre. Yo me acuerdo de que con la Organización Negra pedíamos que nos dieran el Obelisco como si fuese un sueño delirante. Hoy es posible. Los gobiernos, sean del tinte político que sean, están aprendiendo que vale la pena convocar a los artistas. Y teniendo un sitio en las celebraciones del pueblo, el crecimiento es descomunal. Si vos conseguís que te vea esa cantidad de espectadores te liberás de trabajar para las empresas, y empiezan a ser las empresas las que se ponen a tu disposición para que vos muestres lo que sos capaz de hacer. Ya nadie niega que somos un país voluptuoso de arte.”