Andrés Calamaro: “Nico Landa se presentó en mi vivienda de la calle Pacheco de Melo, en plena tormenta ‘camboyana’, en un momento alto de grabaciones y colaboraciones con Marcelo ‘Cuino’ Scornik y Jorge Larrosa. Le estábamos poniendo más que el corazón al tema, mucho vuelo musical, instrumental y una libertad asombrosa; y Nico se prestó a entenderlo todo como nadie, además de que escuchaba comentando con su peculiar forma de sabiduría sobre los pueblos musicales y los géneros, esa mística propia que tiene. También me invitó a hermosas aventuras con las grabaciones en Floresta. ¡Qué días más auténticos! Todo compromiso con la música hasta partírsenos el pecho”.

Jorge Serrano: “Las canciones de Los Animalitos tienen algo especial, las que componen y las que eligen para tocar, y le prestan una especial importancia a las letras, por lo que me siento muy afín. Destaco su total entrega emocional a la música y la transparecia en sus letras. Los Animalitos son una banda que suena excelente y sigue junta a pesar de lo difícil que es. Una anécdota: cuando conocimos a David Byrne en Estados Unidos con Los Decadentes, Nico le dio un montón de CD de música tropical, como Los Leales o La Mona Jiménez. Después Byrne le pidió un acordeón para tocar con nosotros. La correa era corta y Nico la suplementó con un cordón. Al día siguiente, me lo encuentro a Nico en el lobby del hotel y me dice que se iba para lo de Byrne a recuperar su cordón, porque se le salía la zapatilla. En su libro Diarios de bicicleta, Byrne habla bastante sobre Nico”.