Con democracia se cumple

Por Rudy

Parece mentira, lector, ¡parece mentira! Ya pasaron 28 años, unos diez mil días, desde aquel 10 de diciembre del ’83 en el que Raúl Alfonsín decía “Con la democracia se come, se educa y se cura”. “¡Ahora todos!” Y entonces todos repetían, repetíamos “Con la democracia se come, se educa y se cura”. Eramos todos 28 años más chicos... algunos, de tan chicos, ¡ni habían nacido! Se terminaba la dictadura y aunque en nuestro país ya había habido otras dictaduras, ésta había sido tan nefasta, que cuando la gente habla de “dictadura” nadie pregunta “¿Cuál?” (¡Y eso que el golpe del ’30, la Libertadora, Onganía y Lanu-sse no se privaron de nada a la hora de mandonearnos, reprimirnos y otros verbos abominables!)

Pero en el ’83 se terminó. ¡Y todo lo que pasó después! ¡El Nunca Más, la “economía de guerra”, “la democracia no se negocia”, “Felices Pascuas”, “Síganme, no los voy a defraudar”, “el dólar recontraalto”, “no puedo ver a un pajarito enjaulado”, “todo en Bonex”, “un peso, un dólar, un menemtrucho”, “Voy a crear 300.000 puestos de trabajo por año y una aeroísla”, “Dicen que soy aburrido”, “el que puso dólares, recibirá palos”, “estamos condenados al éxito”, “se viene el Apocalipsis, se viene”. Y tantas frases que hicieron época, épica, en esta historia argentina que por suerte seguimos contando.

Una nueva asunción presidencial. El séptimo período: Alfonsín, Menem, Menem, De la Rúa (Puerta, Rodríguez Saá, Camaño. Duhalde, como grupo soporte), Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner, por primera y por segunda vez.

Y los vices: Víctor Martínez, Duhalde, Ruckauf, Chacho Alvarez, Scioli, Cobos y ahora Boudou.

Y los que quisieron ser presis, pero no llegaron: Alende, Angeloz, Alsogaray, Bordón, Masacessi, Solanas, Altamira, Zamora, Cavallo, Alfonsín jr, Carrió, Rodríguez Saá, Moreau, López Murphy, Vicente, Alcira Argumedo, Binner...

¡Cuántos personajes, cuántos chistes! Porque ésta es la nuestra, lector, es nuestra manera de “controlar a nuestros dirigentes”... ¡Ante el menor descuido... zaz, un chiste!

Levantamos nuestra copa. ¡Salud, por muchos años más!

Hasta la semana que viene.