La escritora y periodista, que se define como revolucionaria tanto en la política como en la literatura, tiene un timbre de voz amistoso y una paciencia a prueba de interrupciones y desprolijidades que dificultaron la videoconferencia en la Feria del Libro. A pesar de los inconvenientes técnicos, Elena Poniatowska habló con María Esther Vázquez de su compromiso con el candidato presidencial perredista, Andrés Manuel López Obrador, del presidente Kirchner, de la inclinación de la balanza hacia la izquierda en la mayoría de los países latinoamericanos, del triunfo de Michelle Bachelet y de su nueva novela, El tren pasa primero. “Me incliné por la gente de la calle y las muchachas que trabajaban en mi casa porque mi medio social era previsible”, dijo la escritora que nació en París y llegó a México a los 9 años. Con fama de persona exigente consigo misma, Poniatowska admitió que no está conforme con el conjunto de su obra. “Si estuviera conforme, no escribiría más, me dedicaría a cuidar a mis diez nietos”, aclaró.

Sobre su participación en la campaña electoral de López Obrador, la autora de La noche de Tlatelolco, La flor de lis y La piel del cielo (premio novela Alfaguara 2001), entre otros libros, aseguró que espera que gane el candidato de la coalición de izquierda en la próxima elección presidencial del 2 de julio. “Si gana ¡Qué bueno sería!... pero en caso de no ganar, no me voy a pegar un tiro porque lo mío es escribir.” Fue una lástima que Vázquez no le preguntara nada acerca de la campaña sucia que ha sufrido la escritora mexicana a raíz de su intervención en un spot televisivo del candidato del PRD, “Por el bien de todos”. En ese spot, ella pedía a Felipe Calderón, del PAN, que no calumniara más a su contrincante, López Obrador. Pero Manuel Espino, presidente nacional del PAN, la calificó de “pobre señora” y fueron muchos los que salieron a manifestar el respeto y admiración que sienten por la escritora mexicana. Esta semana, una docena de escritores hicieron pública una solicitada con duros cuestionamientos a lo que consideran una “diatriba de la ultraderecha mexicana” contra Poniatowska. Firmaron, entre otros, el Premio Nobel de Literatura José Saramago; los colombianos Alvaro Mutis y Laura Restrepo, el español Juan Goytisolo, el nicaragüense Ernesto Cardenal y el uruguayo Eduardo Galeano.

Poniatowska se mostró esperanzada con los procesos electorales en la región. “Ustedes tienen un gran presidente como Kirchner, pero también están Lula, Tabaré y Chávez”, subrayó. “Veo con optimismo que la balanza se esté inclinando hacia la izquierda.” Un capítulo aparte mereció la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. “Ha sido un triunfo para las mujeres del mundo, pero sobre todo es una victoria para nuestro continente.” Finalmente, se refirió a su nueva novela, El tren pasa primero (Alfaguara), título prestado de un letrero que hay en Mérida (Yucatán) para que la gente sepa que no tiene que cruzar porque el tren puede atropellarla. La trama de la novela se centra en la gran huelga ferroviaria de 1959 que paralizó México. “Siempre escribo a partir de lo que veo, ningún escritor puede sustraerse de la realidad.”