Cinderella Tango Club cuenta la historia de una humilde jovencita (Cassano) que se dedica a la limpieza de las instalaciones de un club de barrio, donde varias parejas acuden a tomar clases de tango con un experimentado profesor. Un día llega al club un niño bien –con su típica noviecita cabeza hueca– que, al poco tiempo, se da cuenta de que su corazón pertenece a otra mujer: la muchachita de la limpieza del club. De este modo, el romance entre estos representantes de dos clases sociales antagónicas se vuelve inevitable. Pero, primero, ambos deberán atravesar incontables vicisitudes a lo largo del espectáculo para poder disfrutar de su amor, entre ellas un concurso de baile y la imprescindible pérdida del zapatito que este cuento de hadas requiere. Tampoco faltará el hada madrina, que ayudará a que la historia encuentre su final feliz. Así lo describe la propia Cassano: “El espectáculo logra un gran nivel de sensibilidad y romanticismo. Es un intento por recuperar las cosas perdidas, lo que hace muchos años que no podemos vivir porque no nos da el tiempo, por la locura en que vivimos. Desde la sencillez de una simple caricia hasta el ir tomados de la mano, todo eso es lo que revalora Cinderella...”. Como fondo musical se han incorporado grabaciones de afamados compositores argentinos, como Di Sarli, Arolas, D’Arienzo y Fresedo, entre otros. Son las obras menos transitadas de estos autores las que podrán ser escuchadas en sus versiones originales, cuando, en cada clase, el profesor le pida al personaje La Victrolera que dé comienzo al baile haciendo sonar los viejos discos. La producción cuenta con escenografía y vestuario de Andrea Mercado, diseño de luces de Sandro Pujía, musicalización de Mario Breuer, libro de Helena Tritek y Elio Marchi y dirección de la misma Tritek.