En el Pabellón Verde de la Feria, el stand de la Biblioteca Nacional ofrece al visitante una experiencia diferente: lo primero que aparece es un bolillero de madera. Quien llega puede tirar su suerte y sacar una bolilla que lo conducirá al interior del stand, donde un grupo de actores, dirigidos por Julián Howard, ponen en escena textos de la literatura argentina. Así, La lotería de Babilonia de Borges; Una excursión a los indios ranqueles, de Mansilla; Las puertas del cielo, de Cortázar; Los siete locos, de Roberto Arlt, o La traición de Rita Hayworth, de Manuel Puig, entre otros clásicos, aparecen transformados en una suerte de libro viviente. La Biblioteca y la lotería se entrelazan no sólo en el espíritu borgeano, que escribió sobre ambas, sino también en su historia edilicia: la sede de la calle México estaba destinada originalmente a la Lotería Nacional. Finalmente, el azar quiso que terminara funcionando allí la Biblioteca, pero todavía se conservan antiguos bolilleros que atestiguan este origen.