Hace doce años que Rodrigo Rey Rosa (1958) está viviendo en Guatemala, su país natal. Antes residió en Nueva York y en Tánger. “Después de un viaje a la India, me quedé. Tengo una hija que me ha anclado”, cuenta el autor de El agua quieta (1992), Cárcel de árboles (1992), Lo que soñó Sebastián (1994) –cuya adaptación cinematográfica dirigida por él mismo se presentó en el Festival de cine independiente de Sundance, en 2004–, La orilla africana (1999) y El material humano (2009), entre otros títulos. “Ahora hay más muertes violentas cada día que durante el peor período de la guerra. Pero después de haber estado quince años afuera, no encontré un lugar como escritor desde donde pudiera escribir con la misma urgencia que en Guatemala”, subraya el Premio Nacional de Literatura de Guatemala Miguel Angel Asturias 2004. “Hay una decisión literaria un poco parasitaria porque no es que crea que pueda hacer nada por el país, ni que el país sea bueno para mí. Hasta el 2000, casi toda mi obra la escribí en Marruecos. Ahora ya llevo cinco libros escritos en Guatemala.”