Jueves, 11 de mayo de 2006 | Hoy
MUSICA › JUNIOR MARVIN, GUITARRISTA DE THE WAILERS
Por Roque Casciero
Aunque en el currículum de Junior Marvin aparezca haber acompañado a estrellas de la talla de Ike & Tina Turner y Toots & The Maytals o haber participado en Help! junto a The Beatles, su nombre estará ligado por siempre al de su compatriota más trascendente: Bob Marley. “Soñaba con tocar con él y se me hizo realidad”, recuerda el guitarrista. “Conocí a Bob a través de Chris Blackwell, que me había conocido por mi participación en el primer disco solista de Stevie Winwood. El dijo que yo estaría perfecto en los Wailers, así que no tuve que hacer una audición sino que fui directamente a ver a Bob. Y él me dijo: ‘Bienvenido a los Wailers’. No podía creerlo, pensé que estaba soñando. El era un hombre feliz y nos hicimos muy amigos, nos teníamos mucho respeto mutuo. Eso fue en 1977, antes del disco Exodus, el primero en el que toqué con Bob.” Esta noche, Marvin será parte del Bob Marley Day Festival, junto a Fully Fullwood Band, Riddim y Dread Mar I. El show homenaje será en el Luna Park, donde el miércoles próximo también desembarcarán los Easy Star All Stars y su Dub Side of the Moon, versiones dub del clásico de Pink Floyd.
–Si tuviera que elegir un solo momento de los que compartió con Marley para explicar la importancia de su figura, ¿cuál sería?
–Cuando tocamos en Zimbabwe, por la independencia de ese país (en abril de 1980). Fue una experiencia hermosa. Y también One Love Peace Concert, en Jamaica, en 1978: fue mi primer concierto en mi propio país, así que fue muy especial para mí, además de que fue un momento histórico (Marley unió las manos del primer ministro Richard Manley y el líder de la oposición, Edward Seaga).
–¿Cambió su carrera haber tocado con Marley?
–Totalmente. Antes me conocía alguna gente, ahora me conoce todo el mundo. Y es por haber tocado con Bob. Exodus fue elegido como el mejor disco del siglo XX. Superamos a los Beatles, a Hendrix, a Miles Davis, a Elvis... Es el número uno en la historia y para mí es un gran orgullo.
–¿Usted es rastafari?
–No, soy cristiano. Creo en todas las religiones positivas, pero soy cristiano. De todos modos, el rastafarismo es cristiano en parte, así que me siento parte de eso. Amo a la gente, no me importa de qué religión sea.
–¿Le resultó difícil trabajar en una banda de rastafaris?
–No, es muy fácil, porque ellos creen en “one love” y les dan la bienvenida a todos. No me siento extraño con ellos.
–Como cristiano, ¿cómo ve el uso de la marihuana?
–Si la usás del modo correcto, va a ayudarte mucho, pero primero tenés que recibir la educación sobre cómo hacerlo. El conocimiento es poder, así que hay que buscar el conocimiento. Así que antes de empezar, hagan algo de investigación y fíjense si es para ustedes. Es como con todo: alguna gente puede tomar alcohol y otra no.
–Aquí usted tocará algunas canciones de su próximo disco, Still wailing, pero cuando toca con los Wailers sólo toca viejas canciones de Bob.
–Sí, pero no es mi culpa (risas). Para mí es muy importante que el re-ggae diga algo sobre lo que sucede hoy. Pero Aston Barrett es el líder de la banda, es su decisión. Yo prefiero hacer algo nuevo y algo viejo.
–Por otra parte, la gente siempre va a esperar escuchar los clásicos.
–Así es. A esta altura son himnos.
–Aston Barrett le inició juicio hace poco a la familia Marley.
–No fue sólo él, lo inició en nombre de todos nosotros, como líder de la banda, porque dejaron de pagarnos royalties después de que Bob murió. Hemos esperado veinte años a que pusieran las cosas en orden, pero nos dijeron que si queríamos el dinero debíamos hacer juicio. Así que tuvimos que buscar a alguien que pusiera el dinero, porque nos costó 1,5 millón de dólares presentarnos en la corte. Ahora estamos quebrados otra vez... (risas). Estamos esperando la respuesta del juez, que va a tomar ocho semanas.
–¿Usted siente que no reconocieron su aporte lo suficiente?
–A veces la gente cambia cuando recibe dinero. La familia de Bob Marley cambió cuando él murió. Bah, no todos sino algunos. Pero son precisamente los que hacen la diferencia. No sé, quizá sea influencia de los abogados.
–Hay quienes dicen que Rita, la esposa de Bob, es una especie de dictadora cuando se trata de dinero.
–(Se ríe.) Algo así. Rita y Blackwell, los dos son iguales. El compró la herencia después de la muerte de Bob y se rehusó a pagarnos. Hicieron un pacto entre ellos y nosotros sufrimos mucho. Estamos muy enojados.
–Pero tocaron en varios homenajes a Marley en los que participó Rita.
–Sí, porque tratábamos de seguir siendo amigos y de hacer lo correcto por la memoria de Bob. Por eso les dimos muchas oportunidades a Rita y a Chris de que cambiaran de idea, pero nunca lo hicieron. De todos modos, tratamos de mantenernos positivos: no odiamos a nadie, amamos a todos, pero queremos que nos paguen. Vibraciones positivas, ¿sabe?
–En 1997 usted se juntó por primera vez con los Wailers, pero no funcionó.
–Sí, me sentí muy frustrado porque ellos me culparon a mí por el hecho de que no recibíamos los royalties. (Se ríe.) Supongo que es porque yo no soy muy bueno con los negocios... Me sentí muy dolido cuando dijeron que era mi culpa, cuando en realidad estaba contra abogados muy poderosos. Rita y Chris tenían un montón de abogados y ganaron la primera vez, quizás ahora sea diferente.
–¿Qué lo hizo cambiar de idea?
–Me dijeron que estaban arrepentidos y me pidieron que volviera. Y los perdoné.
–Usted tocó varias veces aquí con los Wailers. ¿Esperaban la reacción que tuvieron?
–Me sorprendió mucho, pero me llenó de felicidad porque el mensaje se transmite por todo el planeta. Nos gusta mucho tocar en la Argentina.
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