Tomás González (Medellín, 1950) pasó su infancia en un pueblo, en las afueras de Envigado. Aun los años en que vivió en Bogotá siempre tuvo una casa de campo, “una quintita adonde escaparme”. En 1983 publicó su primera novela, Primero estaba el mar, y se fue a vivir a los Estados Unidos (3 años en Miami y 16 en Nueva York), donde escribió gran parte de sus obras: las novelas Para antes del olvido (1987), La historia de Horacio (2000), Los caballitos del diablo (2003); los cuentos de El rey de Honka-Monka (1995) y el poemario Manglares (1997/2006). “En Colombia se pasa de la ciudad al campo muy fácilmente –cuenta el escritor–. Uno va caminando y de pronto hay menos casas, aparecen vacas y ya estás en el campo. En Bogotá todavía se ven vacas pastando en lugares públicos de la ciudad. La frontera entre campo y ciudad es mucho más fluida. Y los personajes de mis libros reflejan esa fluidez.”