“El gran diálogo que propone la novela es con los hechos del kirchnerismo”, dice Leopoldo Brizuela sobre Una misma noche. “Yo usé mucho el tema de los juicios, que se empezara a juzgar, que no es comparable con ninguna experiencia latinoamericana, porque no se hacen juicios, ni siquiera con la española –explica el escritor–. Hacía mucho que me interesaba la idea de escribir un relato de una memoria que, incentivada por el presente, va cambiando todo el tiempo.” En la novela ganadora del Premio Alfaguara, el caso Papel Prensa y los juicios transforman el sentido del relato que escribe el narrador, Leonardo Bazán. “Me di cuenta de la trascendencia de una sentencia, que no sólo importa a la víctima y al victimario –repara a la víctima y castiga al victimario–, sino que es una verdad que se dice con fuerza de Estado y tiene mucha repercusión en la comunidad”, subraya el escritor. “Yo vivo con gran aprobación la mayoría de las políticas del kirchnerismo; celebro, especialmente, la política de juzgar a los culpables –pondera–. Por primera vez me toca apoyar a un gobierno, no por ideología sino considerando lo que hizo. Pero hay ciertos tics culturales que no me gustan, como sacar el prontuario de los otros todo el tiempo. Como mecánica me parece muy peligrosa, aunque tenga que ver con algo muy humano, con la necesidad de creer que el mal está en el otro y no en uno.”