Virginie Despentes tiene una relación fluida con los países iberoamericanos en general (su novia es española), y con la Argentina en particular. Estará al tanto, entonces, de los pormenores de la Ley de Identidad de Género y de las campañas a favor de la legalización del aborto. “Veo que las cosas funcionan mucho mejor allí que aquí”, compara. Pero además es amiga de Gaspar Noé, el cineasta nacido aquí pero radicado y desarrollado laboralmente en Francia, famoso por su escandalosa Irreversible. “Somos muy cercanos y cada vez que encuentra una copia pirata de Baise-moi en la calle me la trae”, bromea.