Hacer una película independiente tiene ventajas y dificultades. Pero Fadel tiene claro que como director tiende a pensar que la mayoría de las películas que hará tenderán a manejarse de ese modo. “Hay algo del grado de la experimentación que un esquema más grande lo cercenaría un poco. Entonces, en lo personal me siento más cómodo trabajando con estas estructuras”, explica el realizador. Aunque señala que, tal vez, en algún momento, necesite más de dinero y haya que repensar el modelo de producción. “Para mí, cada película requiere ser pensada como si fuese la primera vez que se va a producir. Y a veces creo que el molde industrial setea a las películas de una manera que pierden cierto grado de riesgo y de libertad.” Fadel está convencido de que Los salvajes “se filmó como se tenía que filmar y que se va estrenar como se va a estrenar, con salas que son amables con las películas, que desean que las películas se proyecten ahí y que no están sometidas a esa lógica violenta y brutal del mercado.” Más allá de esto, “como siempre pedimos un circuito de exhibición independiente o alternativo, creo que ese circuito se está consolidando. Ahora, tenemos que exigir como cineastas que esas salas estén equipadas técnicamente a la altura de la tecnología de las películas. Pueden gustar más, menos, pero las condiciones técnicas tienen que estar a la altura y es una pelea que tenemos que dar los cineastas. La Lugones, como primera medida, tiene que tener urgente proyección en DCP y en 5.1. y no sólo para Los salvajes”, concluye Fadel.