Lunes, 5 de noviembre de 2012 | Hoy
LITERATURA
Nunca pensé que escribir poesía
fuera diferente a venderla
o, directamente, a fabricar ladrillos
o diferente a trabajar de mozo en Banchero
(donde hay un horno).
El edificio de Banchero tiene
una gran chimenea de metal
que la mayoría de la gente no ve
porque están preocupados mordiendo,
manducando lo más rico.
Pero ahí está esa chimenea gigante,
es más alta que el Obelisco y
se ha vuelto marrón por la herrumbre
y da mucho miedo
saber cómo se mantiene en equilibrio sin caerse.
Nadie se da cuenta porque todos están tragando.
No hay poesía tan alta como la chimenea de esa pizzería.
No existe poesía tan sabrosa como una pizza de Banchero.
No hay peligro más latente que esa chimenea de Banchero.
Pero nadie se da cuenta porque todos están tragando.
* Incluido en ¡Basta de escribir novelas!
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.