La bosta televisiva
En todo el espectáculo aparece una mirada crítica a la televisión, en sus distintos géneros, y a las entregas de premios.
López Puccio: –¡Es inevitable! La televisión es ridícula per se, así que con sólo decir televisión nuestro público ya se ríe.
–Pero lo van a mostrar en distintos lugares del mundo. ¿Funcionará en todos lados igual?
C.L.P.: –Sí, porque la entrega de premios es igual en el Goya, el Oscar, el ACE o los Martín Fierro: insoportable.
Maronna: –Cabe preguntarse si el Goya, por ejemplo, tiene los mismos niveles de corrupción que otros premios.
–O si admitiría parentescos entre el dueño del multimedios que transmite la entrega y los que ganan, como en Los Premios Mastropiero.
Rabinovich: –Yo lo llevaría al porcentaje de corrupción, pero no a la corrupción en sí. Lo que seguro no varía es la bosta televisiva, eso es igual en todo el mundo, al menos en el hispanohablante. Los programas que hay son horribles en todos lados, salvo las excepciones, que son pocas, acá y en España. Es fácil subrayar eso. Si hasta en los deportes la televisión es horrible: transmitir un partido de fútbol y hacer una bosta no es tan fácil... ¡Y acá se logra! Con relatores sectarios, misóginos y casi barras bravas.