OPINION
Premiame que me gusta
Por Rep
Estos cinco tipos me hicieron llover los ojos de risa, una vez más, con el sketch de Terpsícore. Lo que hacen en esa escena Daniel, Mundstock y Núñez Cortés (un mozo con el piecito en punta, para atrás, como en un cartoon antiguo) es digno de los hermanos Marx, mejorado. Lo vería una y otra vez. Es una diadema del humor universal.
El nuevo instrumento luthier es angelical, etéreo y húmedo, y dura lo suficiente en escena como para que lo deseemos más (como todo lo que es etéreo, húmedo y breve). Y encima el cuadro de la iglesia, San Dádivo y el “¿me seguís?” del empresario arrogante, tan argentino. Me han hecho reír mucho otra vez, en varios momentos de Los Premios, y Les Luthiers saben lo que eso le cuesta a un humorista, entregarse a la gracia y la sorpresa... Y el Premio Mastropiero, el verdadero premio, es para el público. Córtenla con la formulita, muchachos, que hace treintipico de años que lo vienen dando a la gente.
Nota madre
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