Este año, 2012, que apresurado culmina, será el año que cobrará trascendencia a medida que el siglo también insista en su evolución, ya que este año la sociedad, el poder legislativo, el ejecutivo y, en parte, el judicial, conjuraron a favor otorgando la ley de identidad, que profundiza desde este presente en acción, aún más, el concepto de libertad.

Libertad, que caprichosamente cuestionan los que mayormente se niegan a acompañar los cambios, porque no los logran comprender, ni aportan voluntad para hacerlo tampoco. Y un cambio como éste, de tanta efusiva particularidad, bueno, imagino, habrá “Susyshockeado” las mentes de varios “Mauriconservadores” de la “Carriohipocresía”.

Y hoy, tenemos “Karenidentidad”, para todas “Las Betty Compañeras” trans, y se impulsó un “Baudraccolímite”, por fin, a tanta “Michetihumillación”, entre otros tantos especímenes de la “oporeaccción”. Hay “Lohanacomprensión”, “Marlenereparo”, “Sacayanubicación”, ¡hay sanidad, compañeras!

Ahora hay que educar, y aquí el Festival Destravarte es un sinónimo en real sentido. Festival que en ésta, su cuarta edición, autoriza a crear y sostener mejores vínculos en la diversidad. Es parte, es furiosamente vital.

Como creador y director del Destravarte, imaginé, sí, siempre, que fuera un instrumento para reivindicaciones sociales, un espacio para la convivencia, que apueste al movimiento, la voz, la rebeldía que construye, la aceptación. Este fantástico festival festeja, y está dedicado a tantas bellas personas, que activan, que han dado su vida en la búsqueda de más reparaciones sociales. Este coro de voces trans, ya no emigrarán a lugares escondidos, estamos de pie, celebrando.

Y si de algo estoy muy seguro, además de mi nombre e identidad como artista, es que la cultura, el arte, unen, son puente de inclusión, ¡forman el mismo cuerpo con la educación! ¡Bienvenidos al Festival Destravarte, entonces, y muchísimas gracias, compañeras de ruta!

* Actor, director, improvisador e ideólogo y director del Festival Destravarte.