La película más aplaudida en el 23º Festival Iberoamericano de Cine de Ceará fue Mercedes Sosa, la voz de Latinoamérica, dirigida por Rodrigo Vila, sobre una idea original de Fabián Matus. El notable documental no sólo aborda el personaje público, sino que también indaga en aspectos más íntimos como ciertas enfermedades, problemas familiares o su separación, a través de un riguroso trabajo de archivo con material inédito al momento de su estreno en la Argentina. “Estoy muy feliz porque la repercusión fue mucho mayor de lo que esperaba, en el sentido que la gente se conectó mucho con la película y salió muy emocionada, inclusive hubo gente llorando y me emocionaron a mí”, explica Vila sobre lo sucedido en la sala del festival cearense. “Obviamente, había mayoría de espectadores brasileños, pero también había gente de Venezuela, Uruguay y de diferentes países y todos lograron conectarse en una misma frecuencia que es la que propone Mercedes Sosa. Así que estoy muy contento y sobre todo emocionado”, señala Vila. Por otro lado, el film traza varias líneas sobre la relación entre Mercedes Sosa y Brasil. En ese sentido, Vila comenta que “era una relación muy estrecha”. Y lo explica así: “Mercedes aquí no sólo cosechó grandes amigos artistas, sino también grandes amigos personales que la ayudaron en momentos muy difíciles de su vida y ella, a su vez, también los ha acompañado a ellos”, recuerda el cineasta.