Campusano no para. Con el corte final de Fantasmas de la ruta recién sacado del horno –“lo terminamos el martes”, asegura–, el director ya está en plena producción de su próximo proyecto, El Perro Molina. “Es un policial atípico sobre un hecho real que sucedió en la zona de Quilmes hace algunos años”, define, y completa: “Habla de un vínculo amoroso en el que la esposa del comisario se desquició porque él era totalmente infiel, muy violento e impune, entonces esta mujer se entrega a la prostitución. A partir de ahí, él hace lo posible porque ella vuelva al hogar y no lo consigue, entonces también se desquicia. Lo que se filma son las consecuencias en el ámbito delictivo”.