Tras la sanción, en 2012, de la Ley Nacional de la Música, durante este año comenzaron a aflorar sus consecuencias con la creación, en octubre, del Instituto Nacional de la Música. Dirigido por Diego Boris, referente de la lucha de los músicos organizados desde la Federación Argentina de Músicos Independientes, el Instituto tiene a la vez funciones de gestión, difusión, promoción, apoyo y educación. Asimismo, el destrabe de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que se dirimió en la Corte Suprema para su aplicación completa, pondrá un marco que junto a la Ley Nacional de la Música, el trabajo del Instituto, de organizaciones como la Unión de Músicos Independientes y de los artistas autogestionados, permite avizorar un futuro con mayor respaldo para la producción argentina independiente. Pero estos logros no ponen a descansar a los músicos: algunos referentes del rock alternativo, como Pecho Anzoategui (Las Manos de Filippi) y Ciro Pertusi (Jauría), participaron de Músicos Organizados, la lista que buscó recuperar el Sadem, el organismo sindical de los músicos. Al tiempo que Cristian Aldana, músico de El Otro Yo y titular de la UMI, fue candidato a diputado porteño por el Frente para la Victoria.