“Un investigador es investigador si produce”, se suele decir entre los estudiosos. Los jóvenes coinciden, y por eso están en constante producción y publicación de trabajos. En 2013, Ricardo Dubatti publicó por Interzona la antología Novísima dramaturgia argentina, en la que, a tono con su tema de investigación, reúne como compilador de textos teatrales a ocho autores nacidos entre 1981 y 1990. “Son autores que traen nuevos mensajes, otras maneras de mirar y concebir el mundo, que encarnan en sus textos otras experiencias y que merecen por su valor artístico ser atendidos con detenimiento”, argumenta en el prólogo. Para este año planea una nueva recopilación de obras del mismo período, y se encuentra organizando el Festival de Novísima Dramaturgia Argentina, que se hará en febrero en el Centro Cultural de la Cooperación.

Por su parte, Ezequiel Obregón publicó Teatro Queer (Editorial Colihue), que reúne cinco obras teatrales que refieren al mundo queer y a un nuevo panorama sobre la sexualidad. “El ingreso de los queer en el teatro de nuestra época se define por el desprendimiento de la representación de las identidades sexuales de la ancilaridad en el hecho teatral. Las subjetividades queer ya no dan cuenta de un vínculo entre lo social y lo artístico. Se transforma en la propia materia con la que el teatrista construye su poética”, señala.

Por último, Jimena Trombetta realizó un estudio crítico para el libro Alejandro Acobino. Teatro reunido, que publica las obras del autor prematuramente fallecido. En el ensayo, la investigadora da cuenta de la biografía del dramaturgo y de su experiencia como autor, director y dramaturgo, además de realizar un minucioso análisis de su obra: “Y aunque se caiga en cuestiones biográficas, la multiplicidad en Alejandro responde a su propia personalidad, que armaba su mundo intelectual desde la vivencia de mundos aparentemente dispares y alejados, pero que lentamente parecieran estar uniéndose: el arte y la ciencia”.