Miguel Cohan no pierde el tiempo y ya tiene dos ideas a desarrollar para “no tardar muchos años en volver a hacer una película”, señala. “Uno quiere tratar de ser mejor en lo que uno hace y la particularidad del cine, como director al menos, es que hacer una película es una batalla épica”, admite el realizador. “Entonces, cuando uno menos tiempo pierde en estos tiempos muertos u ociosos, más va a aprender.” Por un lado, Cohan está con ganas de hacer un thriller político, pero reconoce que todavía le está “buscando la vuelta”. Y explica por qué: “Nosotros no tenemos la cultura americana: ellos hacen un thriller político y claramente se condensa en la película distinto a la mirada coyuntural”. Por otro lado, está empezando a escribir “un thriller más emocional”, concluye el cineasta.

Fanego, en tanto, está abocado a la preparación de la obra teatral Cartas de la ausente, de Ariel Barchilón, con dirección de Mónica Viñao, y compartirá escenario con Vando Villamil, el coprotagonista. El estreno está previsto para el 9 de mayo en la Sala Orestes Caviglia del Teatro Cervantes. “Y probablemente llegue a participar en una película para fin de año que todavía se está armando con Pablo Agüero, con quien ya trabajé en Salamandra”, concluye Fanego.