Junto a las canciones recientes que está presentando en sus shows, Luis María Pescetti tiene para presentar un nuevo libro: Alma y Frin, que próximamente publicará Alfaguara. Se trata del tercer título de la saga que empezó con Frin y continuó con Lejos de Frin, protagonizada por chicos preadolescentes, todo un público particular. Esta es una historia que, cuenta Pescetti, viene de lejos: apareció primero como una radionovela durante su estadía en México, en 1997. “La leí en la radio durante siete meses, la escribí primero para eso. Fue una experiencia muy linda, no veía la hora de que llegaran los domingos”, recuerda. “Después surgió la posibilidad de continuarlo y apareció el segundo título, donde Alma se va a vivir a otro pueblo. Pasó mucho tiempo, recibía muchos mensajes y correos de los chicos, uno que me acuerdo: ‘Pescetti, ya van tres meses que no escribís nada, a ver si te ponés las pilas (risas)’. Cómo seguir esta historia era todo un desafío, pasaron muchos años hasta que encontré la manera.”

–¿Cuál fue esa manera?

–Los personajes tienen un heroísmo que se basa siempre en ser fiel a uno mismo, ser verdadero con lo que uno es y siente. No es un heroísmo físico, ni de astucia: la novela es sobre ser fiel a uno mismo y por ahí viene el hilo de la solución a los problemas. Me gustó mucho encontrar ese filo, además de un equilibrio con buenos adultos. Porque hay historias o novelas en la tele donde los chicos son todos cancheros y los adultos son todos bobos. No está bueno ese mensaje, que lleva a que los chicos piensen: “¡Aprovechemos ahora, porque después nos vamos a convertir todos en unos nabos!”.