Mimado durante su visita a la Argentina –entre octubre de 1933 y marzo de 1934–, García Lorca ofreció conferencias y asistió a la celebración de las cien representaciones de Bodas de sangre cumplidas por la compañía de Lola Membrives. Esta obra –inspirada en el crimen de Níjar (Almería) del 24 de julio de 1928– había impactado al público del Teatro Avenida. En diciembre de 1933 se escenificó La zapatera prodigiosa y Lorca recitó el prólogo. Un mes más tarde se presentó Mariana Pineda, y continuaron los agasajos en radios y teatros. En ese clima, el poeta inició la escritura de Yerma, destinada a la actriz catalana Margarita Xirgu.

Las puestas de sus obras en Argentina son incontables. No hay ciudad con teatro que se haya desentendido de este dramaturgo. En Buenos Aires, los estudiosos destacan aquella visita y el estreno póstumo de La casa de Bernarda Alba, en 1945, por la compañía de Margarita Xirgu. En los últimos años sobresalieron algunos trabajos locales, como, entre otros, los recitales y homenajes de María Luisa Robledo; la composición de Elena Tasisto en el monólogo de Doña Rosita la soltera; Alicia Berdaxagar en un pasaje de La casa de Bernarda... y Beatriz Bonet en La zapatera prodigiosa (esto en un homenaje en el Teatro Cervantes). La actriz Virginia Lago fue protagonista de varios espectáculos sobre textos y poemas de Lorca, e intérprete de Mariana Pineda, dirigida por Jaime Kogan. El dramaturgo, actor y director Juan Carlos Gené estrenó junto a la actriz chilena Verónica Oddó varios trabajos en torno de la obra y la figura del poeta, como Yo tenía un mar (1994) y Aquel mar es mi mar (1998), basado en textos, poesías y cartas. Incluso la obra cercenada y tanto tiempo oculta, El público, fue en 1987 uno de los proyectos del grupo Cooperativa Amarillo (nombre tomado del título de una obra de Carlos Somigliana). Y hubo más, como La casa de Bernarda Alba, según un montaje de Vivi Tellas. Referente ineludible, el actor Alfredo Alcón fue artífice de Los caminos de Federico, espectáculo dirigido por el catalán Lluís Pasqual que reunía cartas, poemas y fragmentos de piezas teatrales. Con puesta de Pasqual, el actor protagonizó El público, invitada al Piccolo de Milán en diciembre de 1986, y estrenada en enero de 1987, en Madrid; y Haciendo Lorca, allí junto a la actriz catalana Nuria Espert, en la década del ’90. Mucho antes, compuso a Juan, en Yerma, junto a la actriz franco-española María Casares, y más atrás en el tiempo fue espectador de la puesta de Bodas de sangre que protagonizó Xirgu. Siendo niño, su abuela lo llevó a ver aquella obra y también los recitales en los que Xirgu conmocionaba con la elegía Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías.