Roberta Iannamico es una de las poetas que participó de la primera jornada del Festival Federal de Poesía, ayer en Tecnópolis, y es también una de las dos mil personas que registraron sus datos en la base de la Red Federal de Poesía. Y es también, como docente de la Escuela 5 de Villa Ventana, una “usuaria” de la Colección Juan Gelman. La mesa que ahondará en las posibilidades de esa colección en el aula, mañana a las 15 en Tecnópolis, la tendrá además como parte del público interesado. “La colección es bárbara, en esos 80 títulos está todo: desde los clásicos hasta los actuales, consagrados y poetas menores de treinta años, latinoamericanos, orientales, rusos, europeos y de Argentina, Olga Orozco, Silvina Ocampo, Juan L. Ortiz, Gelman, Urondo, todo lo que se te ocurra”, subraya. “En mi escuela la usamos mucho, es una escuela chiquita, con orientación en arte, donde hay mucha comunicación y se valora este material. Pero estuve en otra escuela donde llegué y abrí yo la caja de libros, la tenían cerrada. Es que en los profesorados no se ve nada de poesía, y en las licenciaturas diría que tampoco. Entonces, si esta red sirviera para hablar de ese tipo de cosas, y no sólo para hablar, sino que después hubiera intercambios verdaderamente federales, sería un aporte enorme”, advierte. “Sin libros es imposible, y con los libros solos no alcanza. Es necesario incorporar capacitaciones, estímulos, información, conocimiento”, concluye la escritora y docente.

La periodista especializada en poesía Gabriela Borrelli Azara tiene a su cargo la coordinación de varias de las mesas del Festival Federal de Poesía y también ha ahondado en las posibilidades de la red: “Me parece una idea genial y necesaria, porque durante muchos años la circulación de poesía se redujo a núcleos que se congregaban alrededor de una editorial, o de una estética, o de un taller literario”, opina. “Y además quedaba dentro de las ciudades: en Buenos Aires, Rosario, tal vez Salta, Tucumán y Córdoba, se concentraban grupos que pocas veces tenían interrelación. Entonces, un poeta de Buenos Aires podía conocer al último poeta indio o polaco, pero no conocer a un compatriota misionero, o la estética del Sur. Esta red viene a tender una mirada muy general y horizontal, a unir y a relacionar”.