En los últimos años, gracias a la masificación de Internet como medio para llegar a culturas lejanas sin moverse de sus casas, muchos argentinos se volvieron fanáticos de series extranjeras cuyas tramas transitan directa o indirectamente en el plano de la política. House of cards, The West Wing o Scandal son sólo algunas de las que alcanzaron mayor popularidad en este lado del mundo. Los actores coinciden en que si bien se trata de referencias lógicas, Entre caníbales va a tener una mirada más cercana a la manera latina de ejercer la política. “Entre caníbales –analiza Vicuña– no pretende ser House of cards. Los gringos son subversivos desde la ficción, pero hablan de conspiraciones que forman parte de su propia realidad, como Medio Oriente, los rusos... quilombos que son muy lejanos a nuestra realidad. Entre caníbales es más cercana, es más barrial, es más soñadora y artesanal. En afán fantástico, creo que los personajes de Entre caníbales ven House of cards...y seguramente son fanáticos.” Furriel coincide con la mirada de su compañero. “En América latina la política es de la clase media, no de la alta. House of cards habla de ciertas elites. En Entre caníbales los políticos están chapuceando, más cercanos al común de los televidentes. Nuestros personajes se reirían con sarcasmo de House of cards, subestimando lo que la serie muestra acerca del mundo político yanqui. ‘Vení a la Argentina, Frank Underwood, vas a ver cómo te fuman en pipa los sindicatos, los empresarios’, le gritaría Valmora al protagonista de House of cards.” De cualquier manera, los protagonistas creen que Entre caníbales es la mejor respuesta posible al fenómeno del consumo de contenidos extranjero. “Es una ficción –explica Vicuña– pensada desde la excelencia, como un producto exportable. De hecho, se firmó un acuerdo con FoxLife, que emite la ficción todos los días a la medianoche, para que pueda ser vista por un universo potencial de 50 millones de hogares en América latina.”