Bill Gould es, junto a Mike Patton, el eje compositivo de Faith No More. Sin embargo, durante los más de diez años en los que el regreso del quinteto no era una opción, ambos volcaron su energía hacia proyectos personales y eligieron probar las tripas de la industria de la música. El bajista maneja el sello Koolarrow Records, con el que editó a bandas alternativas de distintos países, como Control Machete (México), El Peyote Asesino (Uruguay) y 7 Notas 7 Colores (España). Por su parte, el cantante es cofundador de Ipecac, sello que lanzó material de artistas de renombre (Melvins, Ennio Morricone) y tantos otros desconocidos.

Ambos editaron discos de sus propios proyectos musicales paralelos. Para el caso de Gould, la primera y hasta ahora única entrega de The Talking Book (2011), en dúo con el artista conceptual Jared Blum. Ambos se conocieron en la fila de una hamburguesería, en San Francisco, y la melomanía hizo el resto: fueron a buscar viejos vinilos a sus casas y los digitalizaron, para poder superponer texturas y capas sonoras con fines climáticos o incidentales. El experimento tuvo su chance en vivo en Buenos Aires hace dos años, cuando se presentó en The Roxy Live ante un puñado de curiosos.

El sello de Patton también lanzó material de algunas de sus tantas excursiones musicales paralelas como Fantômas o Peeping Tom. Tres fueron excusa para volver a la Argentina durante los últimos años: en 2011 estuvo en el Teatro Coliseo al frente de una orquesta para cantar viejas canciones populares italianas con Mondo Cane, lugar al que volvió dos años más tarde junto a Moonchild, el experimento jazz-prog que dirige John Zorn, y al que le aporta sonidos vocales.