¿Cómo se lleva con los animales? ¿Le gustan?

–Me encantan. Soy un perrero. Me llevaría todos los perros que veo por la calle a mi casa.

–Cuatro. Y, tras las inundaciones, rescatamos en San Antonio de Areco a una perrita de dos meses. La tuvimos en un hotel durante una semana y después se la llevó una de las chicas de peluquería que se enamoró de ella. Y nos pasó con muchos perros. Todo el tiempo estamos rescatando perros. Yo tendría un refugio tranquilamente.

–Es una pregunta un poco loca, porque nosotros estamos convencidos, entre otras cosas, de ser poseedores de cosas muy exclusivas como, por ejemplo, el alma. Y yo creo que puesto a juzgar o a tratar de analizar la situación, y por algunos seres humanos que conocí, diría que muchos animales tienen más alma que algunas personas. Por supuesto que es metafórico lo que estoy diciendo, porque tampoco tengo muy claro dónde focalizar el alma. Si uno habla del alma normalmente pone la mano sobre el pecho. A lo mejor, es sobre la cabeza o en otro lado, pero primero tendríamos que definir alma para después meternos en la infructuosa tarea de tratar de encontrar una respuesta a su pregunta (risas).