“Toda mi vida voté al peronismo”, confiesa Esther Díaz, que nació el 1º de diciembre de 1939 en Ituzaingó (provincia de Buenos Aires). “Mi papá, que fue un chico de la calle, fue diariero y no sabía leer ni escribir. Un día un vecino que trabajaba en el Banco Hipotecario le dijo: ‘Díaz, sería interesante que usted tuviera una casa, tiene una familia numerosa’. Ese vecino le hizo los trámites y mi mamá, a los 99 años, todavía vive en un chalet que está a media cuadra de la estación de Ituzaingó. Entonces, ¿cómo no iba a ser peronista mi papá? Si de las prácticas mismas le vino el peronismo porque pasó de ser un chico de la calle a tener una casa simplemente pagando una cuota durante treinta años”, analiza la filósofa y recuerda que el año pasado militó activamente en la campaña presidencial de Daniel Scioli y hasta escribió el artículo “Scioli y las cuatro preguntas kantianas”. Díaz ha publicado, entre otros títulos, Para seguir pensando (1988), Ideas robadas (1992), Michel Foucault, los modos de subjetivación (1993), La sexualidad y el poder (1993), La filosofía de Michel Foucault (1995), Buenos Aires, una mirada filosófica (2001), El himen como obstáculo epistemológico (2005), La sexualidad, esa estrella apagada (2009) y Las grietas del control (2010), entre otros.