Mariana Plá era la única museóloga que trabajaba en el Museo Malvinas, inaugurado a mediados de 2014. Se quedó sin empleo el 29 de enero. En el museo dedicado a las islas que se encuentra en la ex ESMA, el ajuste fue fuerte: el macrismo echó a 12 trabajadores de 54. Se trata de personas que se desempeñaban en Multimedia, Educación, Investigación, Informática, Administración y Primeros Auxilios. “Integré la lista porque entré en 2015”, dice Plá. “Ese fue el único criterio que hubo para eliminar a los trabajadores. Y desde el 10 de diciembre no tenemos director”, informa.

Como el resto de los despedidos de la cartera de Avelluto, los trabajadores del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur se enteraron de la noticia en las puertas del Ministerio. La diferencia con respecto a los casos de otras áreas es que ellos pudieron seguir yendo al edificio. “No estamos trabajando en cualquier espacio. Este es el primero dedicado a recordar la causa Malvinas. Requiere no sólo la responsabilidad de preservar el patrimonio, sino también de transmitir un mensaje en relación a la política exterior. No es una decisión aislada o ingenua. El colectivo de trabajadores del Museo entiende que el achicamiento del Estado es del museo, pero también de la causa Malvinas, integralmente”, analiza Plá.

Estuvieron de paro durante una semana. No obstante, el Museo Malvinas continuó abierto. “La gente seguía viniendo y se encontraba con esta sorpresa. No tuvimos malas reacciones: el público se solidarizó, porque le preocupa el vaciamiento. Más allá de lo cultural, le importa la causa. Estamos juntando firmas para un petitorio”, dice la museóloga. Cuando finalizó el paro, apareció Lorenz, el nuevo director (historiador, escritor, investigador). El problema es que aún no ocupa formalmente el cargo.

“Nuestra relación con él fue sumamente cordial. Pero la realidad es que los tiempos se van acotando, y él no se pronuncia sobre esta situación.”

“No sobraba gente en el museo. Echaron personas con tareas muy específicas. Por ejemplo, una enfermera que tenía un rol sumamente importante. Porque nosotros recibíamos chicos de escuelas por la mañana, y siempre alguno se caía, se golpeaba, le bajaba la presión”, detalla Plá. Por estos días, las puertas del Malvinas están abiertas. Pero: sin director oficial y sin ningún tipo de actividad de extensión. Y sin museóloga.