Sobre la política cultural del macrismo, Echarri señala: “Es difícil hablar de política cultural cuando venimos de muchos años de desarrollo, no solamente el que involucró a la industria audiovisual sino también a todo el arco cultural. Podría hablar más de política cultural en cuanto desguace de la política cultural o de una política cultural más sectorial, más elitista, pensada para sectores más acomodados”. También dice que no es una cuestión partidaria sino que “es una forma de ver y de querer un país diferente”. En ese esquema, Echarri no tiene problemas en señalar que en su oficio siempre se va a sentir más representado por una fuerza política “que desarrolla la cultura al extremo o que cree que la cultura es un bien al que debe tener acceso cualquier ser humano”. Dice el actor: “Por eso, nuestra visión, nuestras ideas, nuestra defensa son bastante más viscerales, más de las entrañas. Nosotros somos actores, somos parte de un espacio cultural y muchas veces se nos toma como representantes o blanco para tratar de aleccionar y de estigmatizar. En el tema cultural serán años muy difíciles, como en aspectos de la economía también”, analiza.

Sbaraglia coincide y también manifiesta que le duele mucho lo que pasa con los Coros y las Orquestas Infantiles. “Cuando se toca a los chicos, cuando se toca a los viejos, a la gente más vulnerable, no lo entendés. No entendés los baleados de la murga. Estamos hablando de chicos. Y cuando ya se toca a los chicos no entra la razón. Cuando se toca a programas de reinserción social, con programas para rescatar a chicos de la calle, uno ve que cuando se quiten estos incentivos de las orquestas y los coros, esos chicos van a volver a la calle. Da mucho dolor, es muy fuerte y te genera una gran incomodidad”, concluye Sbaraglia.