El conflicto provocó la difusión de comunicados desde la Asociación de Trabajadores del Estado y varios organismos relacionados con el quehacer teatral. En un texto dirigido a Alejandro Samek y firmado por Eduardo de Bianchetti, delegado general de ATE, en nombre de la Junta Interna de delegados de la Secretaría de Cultura de la Nación, se indica que “esta junta considera imprescindible expresar nuestro apoyo a su decisión –y la de la Secretaría de Cultura– de mantener los términos del Acta-Acuerdo firmada el 27 de septiembre por la Secretaría, el organismo que usted dirige y las organizaciones firmantes del Convenio Colectivo General, ATE y UPCN, y reconoce el diferenciado técnico para el personal que en el teatro cumple tareas artístico-técnicas”. El texto también expresa su preocupación por “reacciones intempestivas por parte de personas ajenas al Cervantes”, y su pedido de que se inicie “una exhaustiva investigación de lo sucedido”. Por otra parte, el MATe, Argentores, la Asociación Argentina de Actores, la Asociación de Críticos Teatrales, ACE y el Celcit suscribieron un comunicado en el que se expresa que “vemos con preocupación el conflicto desatado en el Cervantes, a partir de la irrupción violenta, el pasado miércoles 22, de un grupo integrado por algunos trabajadores del área administrativa del TNC y por personas ajenas al organismo, todos identificados como pertenecientes al gremio UPCN (...) La situación agudiza el desamparo en que sobrevive el único teatro nacional de la Argentina, cuya falta de presupuesto ya es histórica, a pesar de lo cual ha venido cumpliendo una labor artística heroica y calificada aun en su modestia”.