Un par de postales quedaron brillando en la cuarta luna del Festival de Cosquín, el martes pasado. La primera, el homenaje a Ariel Ramírez que significó Mujeres argentinas, la puesta que encararon Lito Vitale con su Quinteto, Patricia Sosa, Sandra Mihanovich, Melania Pérez y Lucho González. La segunda, la fiesta que desató –como siempre lo hace– La Juntada de Peteco Carabajal, Raly Barrionuevo y el Dúo Coplanacu, junto a una nutrida lista de invitados, hasta que la lluvia lo permitió. En el medio hubo un homenaje a Yupanqui que dejó mucho que desear, una encendida gesta surera de Rubén Patagonia, sorpresas como la de Tonolec, que logró reunir al coro toba Chelaalapí con un moderno fondo tecno, y una apuesta a la Consagración, el rosarino santiagueñizado Leandro Lovato. Aquellas Mujeres de la obra de Ramírez y Félix Luna (“Juana Azurduy”, “Dorotea Bazán”, la “Gringa chaqueña”) fueron revividas por cuatro mujeres con perfiles bien diferenciados. Mihanovich le puso el pecho al desafío de cantar “Alfonsina y el mar”, y la exquisita Melania Pérez mostró una versión única de “Antiguo dueño de las flechas”.