El festival fue un evento atractivo por su diversidad, por la cantidad de tendencias que expuso y por la presencia de coreógrafos muy jóvenes y otros no tan jóvenes pero que aquí pudieron realizar su primera experiencia de este tipo. Es una gran oportunidad para la gente de danza; concentra una gran cantidad de propuestas y también al público. Permite que la gente vea obras de coreógrafos muy diversos, que los coreógrafos vean los trabajos de sus colegas, que los alumnos vean los de sus maestros y viceversa. El resultado de este intercambio es muy bueno en términos artísticos; les da a los coreógrafos una sensación de continuidad con su trabajo, la cual fuera de este marco es muy difícil de mantener. Porque llenar una sala con 300 personas por función y luego volver a hacerlo al día siguiente es algo extraordinario para un espectáculo de danza. También es una posibilidad única para que los creadores puedan cotejar su trabajo con el público. Tras esta edición, esta respuesta masiva que generó la danza contemporánea es algo que los que tenemos algún cargo público debemos tener en cuenta.

* Director Ejecutivo de Prodanza y Programador del Area de Danza del C. C. Rojas.