Los que siguen podrían haber sido vulgares borradores para una trama inverosímil, pero hoy son una realidad que desplazó del centro del género al cándido Gran Hermano: hay de todo, desde realities de comunidades cerradas en busca de la familiarización con sus hábitos hasta encierros de escritores decididos a terminar con la histórica reticencia a la difusión que les ofrece la pantalla chica. Suceden en el mundo y en la Argentina: aquí se ofrece un panorama de extraños reality shows, que nacen para violentar la indiferencia del espectador abrumado.

- Amish en la ciudad. Se propone como un retrato para hacer más amistosos a los amish, la voz de una moralidad hiperconservadora, por la CBS, bajo el reino de Bush, tomados como ejemplo de virtud y mérito en función de sus hábitos castos, su moderación en toda ingesta y consumo, su parquedad y remilgos para relacionarse con civiles. La clave para generar conflicto es su traslado a Hollywood para demostrar que su sentido de la privación es siempre más fuerte que las tentaciones, aunque nunca se sabe cómo terminarán... Ante los reclamos, una vez más, el presidente de la CBS aseguró que “no será denigrante en ningún caso”.

- Big shot. Comienza el próximo 10 de septiembre en los Estados Unidos, y es nada menos que el debut de Madonna en el territorio reality. Lo hará con un concurso para cantantes, magos, actores y otros artistas. Será el público quien elija su video favorito. El ganador viajará a Hollywood y se someterá a varios castings para producciones de la industria. Ya se les adelantó que los finalistas también integrarán el elenco de un futuro videoclip de Madonna.

- El castillo de las mentes prodigiosas. Es un reality de Antena 3, la cadena madrileña, que reúne a diez participantes dotados de capacidades psíquicas sobrenaturales, que deberán demostrar si sus cualidades esotéricas son auténticas. A través de 56 cámaras no identificadas, se intentará comprobar si hay trucos para resolver algunas de las misiones asignadas, que giran en torno de la adivinación y la telequinesis.

- Survivor toyland. Es un insólito reality show de muñecos, que se transmite por Internet en el sitio www.survivortoyland.com que conduce el muñeco Max Stell; y que reúne a estrellas repentinas como Barbie, He-Man, GI Joe, Astroboy y Mi pequeño pony e incluso a Frutillita. Reproduce los clisés del género: momentos de extrema tensión, compañerismo, complot para nominar y divismos inexplicables de la Barbie. Los peligros provienen de un extraño robot, enfermedades infecciosas comunes en la isla y los rayos de Astroboy.

- Escritores en pugna I. La idea original puede encontrarse en la página de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): 80 escritores de entre 20 y 35 años exponen sus habilidades a través de textos que los internautas van descartando hasta premiar al que tenga más adhesión. Sin fotos, la Casa de los escritores es también una reacción al género en su faceta masiva: “Evitará caer en situaciones humillantes como vivir frente a las cámaras las expulsiones”, se lee en el sitio web.

- Escritores en pugna II. Un grupo de estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA propone su versión del asunto, en clave humorística y con profesores identificados con foto, recreando un diálogo que –como en Gran Hermano– sólo remite a cuestiones de afinidad y convivencia. Se lo puede consultar en la página www.ghfilo2007.com.ar.

- GH Famosos. ¿Cómo dejar afuera la expresión más cabal del trash televisivo que se recuerde en la pantalla chica? Redobla el oprobio al que se sometía al borracho y a la maldita en el extinto Reality Reality. Gran Hermano Famosos se obsesiona con las partes, exhibe el tamaño de Carlitos Menem Jr. legitima el consumo masivo de las pastis, la observa mear a la ex de Robbie Williams Amalia Granata en el pasto artificial, los impulsa a un strip tease de panzas redondas y colas caídas, en una sucesión interminable de imágenes escatológicas como la depilación de espalda con maquinita de Luis Vadalá o la abstinencia imposible de consumos no especificados de Nino Dolce. Impresentable.