Desde hace años, imposible determinar la fecha exacta, el deporte profesionalizado dejó de ser un simple juego. El “amor a la camiseta” fue reemplazado irremediablemente por los millones de dólares que la actividad deportiva mueve en todo el mundo. Hoy, un equipo de fútbol italiano como el Inter factura millones de dólares en China, de la misma forma que su propia compañía de seguros tiene más de 100 mil pólizas emitidas. Figuras como David Beckham, Tiger Woods o Rafael Nadal facturan casi o más dólares en concepto de merchandising y publicidad que lo que ganan jugando al fútbol, el golf o el tenis. El sport business alcanzó tal estado de deporte en sí mismo que ahora, incluso, señales especializadas como TyC Sports le abren su grilla al management deportivo, con la emisión de El otro partido (domingos a las 8), el primer noticiero de marketing y management deportivo. Conducido por Claudio Destéfano, el ciclo es un espacio dedicado a contar lo que pasa fuera de las canchas, enfocando su mirada sobre el millonario juego que se da entre las marcas en todo el mundo. “El otro partido es el lugar de encuentro para los pioneros de la actividad, los organizadores de espectáculos deportivos, los gerenciadores de clubes y los referentes de las grandes marcas, y todos los actores relacionados con la cadena del sport business en nuestro país”, señala Destéfano, quien además todos los jueves lleva las últimas novedades a Despertate, el ciclo que conduce Gonzalo Bonadeo en la misma señal. ¿Qué es lo que hace que un ciclo que muestra los últimos productos del merchandising deportivo y cuenta los datos curiosos de los acuerdos y transacciones relacionados con el deporte se convierta en una propuesta interesante en términos televisivos? El deseo aspiracional que los deportistas generan en la gente, coincidirán los especialistas, incluso por sobre el que produce un cantante, debido al lugar que el deporte posee en la sociedad.