Sábado, 22 de septiembre de 2007 | Hoy
Tatsumi Hijikata afirmaba que el sentido del Butoh consistía en recobrar el cuerpo primigenio, “el cuerpo que nos ha sido robado”. Este artista, cuando en 1959 estrenó Kinjiki (Colores prohibidos), sobre el amor homosexual, escandalizó a la comunidad artística japonesa, sólo cultora de formas occidentales de danza moderna. En otra obra, Hijikata danzaba con los ojos desorbitados, una falda rosa y un pene metálico entre las piernas. Junto al otro fundador del Butoh, Kazuo Ohno, desarrolló un arte destinado a representar no sólo al hombre en situaciones contrarias a la moral burguesa, sino al cuerpo humano en tren de conformarse en el vientre, al hombre en su relación con la naturaleza y en proceso de envejecimiento y disolución.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.