En teatro, Julieta Díaz interpreta por estos días el protagónico de La Celestina, junto al actor Sergio Surraco y a Elena Tasisto. Es su primera incursión en una de las salas (el Regio) del Complejo Teatral de Buenos Aires, y también en un rol dentro del teatro clásico. “Elena Tasisto me ayudó mucho –revela–; en la obra incluso canto un poquito. Tenía muchas dudas sobre si mantener o no ese momento musical, pero lo terminamos dejando para que hubiera una pincelada romántica de esa virgen recién enamorada. Tenía fe en la confianza que me tenía el Complejo; pero igualmente una se pregunta: ¿Y si no puedo?”. La prioridad era respetar lo que define como el virtuosismo de la palabra. “Estar a la altura de esa poesía. La obra, en su raíz, es una novela dialogada; mi prioridad era que la gente escuchara bien, se divirtiera con mi cuento. Pudimos ir un poquito más allá; creí que los críticos serían más exigentes con una actriz televisiva que pasa a hacer un clásico. Pero gustó mucho.” Entre los planes para el año próximo, Díaz compartirá cartel con Leonor Manso en una obra dirigida por Alicia Zanca (a esta altura ya una especialista en la transposición de figuras de la TV a los escenarios públicos). La pieza se llamará Solas, con dramaturgia de Benito Zambrano y con la participación de Juan Manuel Tenuta. El texto indica que Leonor Manso será una rígida madre emigrada a la Capital desde las provincias, y Díaz su hija, que no ahorrará conflictos y discusiones por el contraste de costumbres y convicciones. Ya habían estrenado el parentesco en Locas de amor, con Manso como una loca de los gatos en encierro voluntario, desapegada y reacia a hacerse cargo de la hija, y Díaz tratando de superar su locura por la limpieza y la resistencia al contacto físico; no les fue nada mal recreando esa relación. Zanca dirigirá a las dos por primera vez, pero sí había trabajado como compañera de actuación con Manso en Las brujas de Salem (1972); recién ahora se relacionará con ella en otro rol, en el marco de esta historia de “mujeres maltratadas que se las tienen que arreglar solas”.