Martín Lousteau, presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, apoyó personalmente la idea de festejar el aniversario de la institución que dirige con un concurso literario en busca de nuevos valores. Desde que asumió –con apenas 34 años– se ha propuesto ofrecer una imagen desacartonada de su institución, convencido de que la naturalidad y la cercanía con la gente no tienen por qué estar peleadas con la seriedad. Lousteau lo expresa así: “Queremos dejar de tratar al cliente de usted, que se sienta del mismo lado del mostrador que nosotros”. Según él, colaborar en el acercamiento entre lectores y escritores, entre obras nuevas y el público es otro modo de aportar a la comunidad.

–¿Cree que apoyar propuestas culturales es una obligación de un banco público?

–Creo que es parte de lo que debe hacer la institución. En otros lugares del mundo, los bancos cumplen un rol más amplio, de interacción con la gente. El Bapro no es ajeno a esta tendencia: de hecho, tiene una fundación y una pinacoteca itinerante. Creemos realmente que parte de nuestro progreso implica el saber acercarse a otras cuestiones sociales, que lo enriquezcan, y al hablar de riqueza no necesariamente tenemos que estar hablando de algo que tenga que ver con un negocio financiero. Son valores que a su vez enriquecen a la sociedad.

–¿Qué expectativas tiene respecto de la novela ganadora?

–Bueno, el premio se llama Nueva Novela, y en parte ésta es la razón por la cual nos unimos a Página/12. Estamos muy interesados en descubrir un nuevo talento. ¿Cómo debería ser? Alguien serio pero no solemne. Me gustaría encontrar a alguien que, en su desarrollo, pueda algún día escribir textos como los que lograron Fontanarrosa o Eduardo Mendoza, por nombrar algunos. Me gustaría que pudiéramos dar el premio a una buena historia, que tenga calidad literaria y que le haga pasar un buen momento al lector.