Los blogs, páginas personales donde los internautas expresan libremente sus opiniones, se están convirtiendo en el disparador de una polémica sobre la violencia de las opiniones, mayoritariamente anónimas, que allí se despliegan. El gobierno italiano quiere ser pionero en el control de estos contenidos levantando las iras de los internautas. Desde la gestión del presidente italiano Romano Prodi, se acaba de presentar un proyecto de ley que pretende controlar todo lo que se publica en los blogs del país, según publicó el jueves el periódico La Repubblica. El borrador fue aprobado unánimemente por el Consejo de Ministros el pasado 12 de octubre y ya se encuentra en manos del Parlamento. De aprobarse la ley, los responsables de una página web o de un blog estarán obligados a contratar a un periodista colegiado que asuma el papel de editor responsable de todo lo que se publique. Los contenidos difamatorios se pagarán con multas e incluso penas de cárcel, sentando un precedente que podría expandirse a nivel internacional. En España, también hay problemas con los blogs. Ricardo Galli, de la red social Menéame, tuvo que cerrar su blog alojado en la página de la Universitat de les Illes Balears, de la que es profesor, por las quejas que suscitaron sus apuntes críticos con una institución llamada Observatorio de Internet, aunque los controles –en ese país– siguen siendo extraoficiales.