La Wikipedia en español alcanzó en 2007 los 300.000 artículos. Un número considerable, pero muy inferior a los dos millones de títulos que ofrece la versión inglesa y a los ocho millones que componen el total mundial. Ante este crecimiento ha habido reacciones dispares. En agosto –mediante una nueva aplicación que permite detectar quién modifica la enciclopedia– se comprobó que la CIA retocaba textos y hasta introducía chistes irónicos donde le convenía. Se supo entonces que en el artículo que se refiere al presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, la Agencia Central de Inteligencia estadounidense había introducido la expresión “Wahhhhh!”, con la intención de ironizar sobre un párrafo que hablaba de los planes futuros del gobierno de Teherán. Asimismo se verificaron operaciones del Partido Demócrata de los Estados Unidos e inclusive tejes del Vaticano. En Alemania, la política de centroizquierda Katina Schubert presentó cargos contra la Wiki a principios de este mes, por “promover el uso de símbolos nazis”. Retiró las acusaciones poco después, al entender que la culpa era de los fachos y no de quienes aportan su granito de arena en la utopía de Diderot. La lista de idas y venidas es permanente.

Y no sólo se hacen sentir los intereses ideológicos o las razones de Estado. También hay personas que se dedican a generar entradas a cambio de dinero. Iniciaron el fenómeno compañías como MyWikiBiz, que desarrollaban artículos a pedido de las empresas. Fueron bloqueadas por introducir información “interesada”, aunque se sospecha que hoy existen “escribas” que reciben plata de diferentes firmas con la condición de que les garanticen mantener una buena imagen en la Wiki. Ante este panorama ya son varias las instituciones educativas estadounidenses que han decidido poner en las computadoras de sus salas de estudios carteles que rezan “Decile no a Wikipedia”. Lo que conseguirán, seguramente, es que aumenten las visitas.