“Trabajar como DJ me permite canalizar un poco mi neurosis de buscador de música”, asegura Zeta Bosio. “Porque, además, siempre tengo la actitud de mostrar. Desde la época en que con Soda descubríamos alguna banda de afuera y, de alguna forma, adaptábamos nueva música a ese sonido, estábamos buscando que la gente entendiera que había otra clase de música que la que ocurría naturalmente acá. Hoy con Internet se puede buscar mucho y lo bueno de encontrar canciones buenas es tener la posibilidad de compartirlas con la gente. Y como tengo algo de influencia porque la gente me respeta... A veces la gente tiene miedo de mandarse a escuchar música, no confía en su instinto, y piensa ‘yo qué sé, vos sabés mucho más de esto’. En realidad, es una cuestión de intuición y de sentirlo, pero está bueno que confíen en uno para poder compartir la música.” El ¿ex? bajista de Soda Stereo afirma que debe remar contra los antecedentes de algunos músicos que abrazaron las bandejas sin estar preparados, pero sostiene que ha tenido buenas experiencias: “La gente se sorprende cuando me ve, no se imagina que uno pueda engancharse con esta historia y hacerlo con cierta sensibilidad”. Y aunque le gusta ambientar musicalmente los atardeceres en diversas playas, la excitación para él está “de noche, en la pista corrosiva”.