Una discusión anexa surgió alrededor del papel que pueden tener los blogs en la definición de las agendas públicas. El alemán Jürgen Habermas fue referencia obligada, por cuanto ha sostenido varias veces que, más que un ecosistema de funcionamiento orgánico, la red opera como una agregación de grupos aislados que siguen los temas dictados por el mainstream. Los hechos recientes vendrían a refutar esa posición, porque de manera inédita el debate arrancó en el plano digital, influyó en la postura de la UMI –que modificó su proyecto, al menos en apariencia–, y provocó que un legislador se comprometiera públicamente a abrir una senda de diálogo. El correr de los meses quizás habilite conclusiones de mayor alcance.