Jeffrey (J. J.) Abrams es productor, escritor, actor, compositor y director de cine y televisión estadounidense. Como director de televisión, se destacó en tres series de consumo masivo, a las cuales, sin embargo, agregó pinceladas de autor a tono con su propuesta de “mezclar piedras con mantequilla” (ver nota). La primera fue Felicity, comedia romántica que se estrenó en 1998, con buenas dosis de ironía sobre la vida estudiantil en los colleges y universidades previos a las masacres recurrentes que dramatizaron el territorio del romance perpetuo. Luego vino Alias, en 2001, con Jennifer Garner en el rol de una espía símil Nikita que recorre el mundo en sus ficciones sin mostrar un solo exterior que legitime los viajes. En lo referido a Lost, no hace falta aclarar el quid de la renovación. En cine, Abrams dirigió Misión imposible III, que le añadió un toque gore a la saga de Tom Cruise y va por su propia versión de Star Trek, que se estrenará en 2009. Consiguió el extraño fenómeno, como productor, de marcar a Cloverfield como autor, opacando al director Matt Reeves, expandiendo la creencia, la certeza casi, de que fue un producto a cuatro manos. Fue, sin duda, demasiado influyente: allí están sus temas, como el monstruo invisible, la comunidad cerrada amenazada, el territorio infernal sin escape, “la isla” (cuando cae el puente que aísla a Manhattan), un verdadero producto Abrams.