Vidas robadas no sólo hereda de las brasileñas la conjunción de lo social en la historia de amor. Además, la telenovela comenzará con imágenes tomadas en Bariloche y Península Valdés, algo muy común en los programas del género del país vecino, que suelen mostrar el nivel de superproducción de sus novelas con viajes al exterior. Arana cree que lo visual es otro aspecto que la industria nacional comenzó a valorar en su necesidad de vender los programas al exterior. “A Bariloche íbamos a ir tres días. Pero como el tiempo no ayudó estuvimos diez. La meteorología para una producción de este tipo es un factor de riesgo que no se puede controlar. Obviamente, podíamos poner en marcha el plan B, pero no garpaba como el original. Había una escena, por ejemplo, en que teníamos que escalar una cumbre de un cerro y el camarógrafo en un helicóptero nos tomaba en círculo con una paisaje magnífico detrás. Para eso necesitábamos cielo despejado... y las nubes no se iban. La otra opción era hacerlo en la base y con cámaras desde abajo. Y la verdad es que preferimos esperar lo necesario para que el plan A pudiera plasmarse.” Claro que para poder sostener esta idea de valorar el género desde la imagen y la fotografía, la TV argentina necesita de un cambio en los procesos de producción, ya que correr detrás del aire imposibilita grabar una escena siempre con la primera opción. “La calidad requiere de tiempo, no hay vuelta que darle”, señala el actor. “No se puede grabar ahogado por la salida del programa. Eso sólo sucede en Argentina. El tiempo permite mejorar la calidad de los programas, ya que da la posibilidad de contemplar más tranquilamente aspectos como la fotografía, la edición, el ensayo”, enumera quien es una estrella de las más conocidas en los países de Europa del Este, por el éxito que tienen las telenovelas argentinas en aquellas tierras lejanas. Arana cree que la penetración internacional de los programas argentinos podría ser mayor (al igual que las cada vez más necesarias divisas) si cambia la cabeza de los productores locales definitivamente. “Esa clase de viajes sirve en varios aspectos. En primer lugar, porque el paisaje natural les da a las escenas un aire y una textura que no se pueden lograr en interiores o en lugares más urbanos. En segundo lugar, porque esos paisajes son ideales para resaltar de entrada el espíritu épico que tiene la telenovela. Y el último motivo es que son viajes que unen al equipo y permiten conocernos entre todos.”