¿Libros o turismo? ¿O libros y turismo? Esa parece ser la cuestión en la mayoría de los stands de “las provincias”. Un conjunto variopinto de puestos que en su mayoría están más dedicados a proponer al visitante un viajecito a las termas, cañadas o jardines acogedores del interior argentino que a adentrarse en la literatura regional.

Mucho televisor de plasma de demasiadas pulgadas, mucha decoración entre posmoderna y neoétnica, mucho sillón comodísimo (de esos que hacen ruido cuando uno se sienta), mucha laptop pasando mp3 y mucha superproducción. Lo que sigue faltando son libros. Por ejemplo, en el stand de Santiago del Estero el rincón dedicado a las conferencias presenta (al menos cuando el cronista lo visitó) un documental sobre las termas locales. El local de Salta, que tiene una buena cantidad de libros en exposición, no deja de lado esta vocación turística. Junto a las chicas vestidas con trajes tradicionales un muchacho reparte señaladores que, cuando se los ve bien, son del Ministerio de Turismo provincial.

El espacio de San Luis, ubicado enfrente del de la Biblioteca Nacional, es de un colorinche llamativo, viene con primer piso y tiene unos futtones en forma de letras verdes. Tucumán tiene un stand más sobrio que el de San Luis, pero tampoco centra su interés en la literatura. Los asistentes (hay una pequeña muchedumbre arrimada) están viendo un baile típico.

En el otro extremo, el puesto de la provincia del Chaco es mucho más humilde en tamaño, pero mucho más volcado a animar al visitante a que conozca la literatura local. Por lo pronto, ¡tiene bateas de las que el público puede agarrar libros! Ejemplo que otros stands de su tipo no siguen. Pero además, el encargado se acerca enseguida solícito (pero no pesado) a ofrecer su consejo, mientras a su lado destaca una guía para profesionales y editores sobre las publicaciones que se realizan en la provincia.

Otras provincias ni siquiera tienen stands. Buena parte de la exposición de la producción vernácula descansa en un stand semilaberíntico, El Stand de las Provincias, ubicado en un lateral del Pabellón Azul. En sus estanterías esperan algunas publicaciones del interior del país, inclusive las de aquellas provincias cuyos espacios servirán más como lugar de descanso que de formación cultural.

Informe: Andrés Valenzuela.