Final del juego
Donde se sigue el tema de los cuadrados mágicos
› Por Leonardo Moledo
“Estimado Kuhn: es obvio que el Comisario Inspector intenta apabullarnos con su erudición, asignándonos una serie de rótulos contradictorios y supuestamente descalificantes por los cuales no pienso pedirle cuentas. Pero para colmo nos lanza una terrible provocación con ese asunto de la “velada presencia policial en la regulación de la separación metafísica entre el Bien y el Mal”. Es demasiado, señor. Parece un dibujito animado japonés: Monstruos buenos, que siempre hacen el Bien, o sea, aporrean y eliminan a Monstruos malos que siempre hacen el mal. Léase, intentan destruir el Sistema, por supuesto, Planetario. Se ven obligados a pelear para evolucionar y así salvar al planeta. Si no se pareciera tanto al discurso de ciertos personajes poderosos me provocaría cierta ternura, como me producen los cuadraditos mágicos. Bueno, Comisario, ya que estamos le mando la solución en prenda de mis sanas intenciones de seguir jugando, en términos amistosos, ya que Ud. parece un espécimen atípico, nada que ver con el crudo realismo. Hebe Raimondo”
–Es escandaloso –dijo el Comisario Inspector–. Esta buena señora no entiende nada de nada.
–No estoy de acuerdo –dijo Kuhn–, yo pienso que al revés, se empieza a definir quién es quién.
–¡Por favor! –perdió la compostura el Comisario Inspector Díaz Cornejo-. Leer esta carta me recuerda la obcecación de la derecha más reaccionaria, en los antípodas de la flexibilidad etérea de la policía, que le permite serpentear entre las teorías y construir la avanzada del conocimiento y la reflexión, a la vez que recoge el acervo del arte, la ciencia y la filosofía. ¿Quién custodia los museos para que no desaparezcan las grandes obras de arte? ¿Quién se encarga de que los incunables estén seguros? ¿Cómo se atreve a decir que yo soy “un ejemplar atípico”? ¿Será porque reflexiono sobre el infinito, sobre la realidad de las ideas, será porque me muevo en el mundo dorado de los números? ¡Y me compara con un dibujito japonés, heredero directo del almirante Tojo! A mí, que comparto el espíritu delicado y el refinamiento Tokugawa, los cuentos de Akutagawa, la pintura de Ishimuro...
–Bueno –dijo Kuhn–, no hace falta desplegar tanta erudición japonesa. Desde la aparición de Internet, la información ya no sorprende a nadie.
–Justamente –dijo el Comisario Inspector– justamente. Internet suspende el así llamado mundo real de los datos y por ende de los objetos crudos y pone de relieve que lo único que cuenta es la lectura metafísica de la realidad. Internet absorbe las cosas, las despoja de empiria y desnuda la cosa en sí...
–¿No es ir demasiado lejos –dijo Kuhn– decir que Internet desnuda la cosa en sí, no es exagerar un poco?
Pero el Comisario Inspector ni lo oyó:
–Yo le pregunto a esa señora: ¿cuál es la única institución que puede proclamarse heredera natural de esa joya del pensamiento matemático que son los cuadrados mágicos?
–No hay que enojarse –dijo Kuhn–. Al fin y al cabo, ella envió la solución.
–¡Y yo no me enojo! –dijo el Comisario Inspector–, ¿pero qué otro sector de los mass media, aun en un diario progresista como el nuestro, se ocupa de recordar su existencia, su importancia, su fútil y exquisita inutilidad, que abre la puerta hacia el mundo platónico de las Ideas?
–Bueno –dijo Kuhn, agobiado–. Ya que la policía es la legítima y única heredera, custodia eterna de los cuadrados mágicos, pongamos un nuevo enigma sobre ellos.
–Y esa alusión al Planetario... ¿cómo se entiende? –dijo el Comisario Inspector–. ¿Y qué enigma? O mejor, ¿por qué no un metaenigma, ya que estamos, y hay que revalidar cada vez que uno no es producto del naturalismo?
–Veamos –dijo Kuhn.
–Veamos, sí –dijo el Comisario Inspector–. Y esta es más difícil (me pregunto si estará contenida en el reducido mundo de la autora de esa carta). En la solución que envía Hebe Raimondo
“El número mágico es 111.
Correcta, debo reconocerlo, se puede observar que el número mágico (111) es justo el triple del número central (37). ¿Ocurrirá esto en todos los cuadrados mágicos de 3 por 3?
¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Ocurrirá?, ¿se justifica el enojo del Comisario Inspector?