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–El enigma alfabético de los números no parece haber tenido mucho éxito –dijo el Comisario Inspector–, pero Néstor Benítez envió la respuesta correcta.
–Néstor Benítez es una excelente persona –dijo Kuhn, entusiasmado con el creciente protagonismo que adquiría–, no sólo me escribe las cartas a mí sino que introduce la duda sobre si el primero es el catorce o el billón.
–Que dejamos para que discutan nuestros lectores –dijo el Comisario Inspector.
–También me envió una respuesta sobre la víbora de cascabel.
–Que no tenemos espacio para publicar –dijo el Comisario Inspector– y tampoco hay espacio para decir lo que venía sobre el pensamiento y la evolución.
–Así que derecho al enigma –dijo Kuhn.
–Un enigma fácil –dijo el Comisario Inspector–, que es así: un grupo de ladrones o banqueros ha robado unos cuantos millones de dólares a pesar del corralito, y después de discutir el reparto del botín, cuando finalmente llegan a un arreglo, son citados por el ministro de Economía, que les dice, enfurecido. “Ustedes son increíblemente codiciosos: después de robar todo ese dinero, querían quedarse con 70 millones cada uno, y descubrieron que para hacerlo les faltaban 80 millones. Entonces decidieron quedarse con sesenta millones cada uno y vieron que les sobraban cincuenta. ¿Les parece decente? ¿Por qué razón yo debo recibir menos que ustedes?” La pregunta es: ¿cuántos eran los banqueros? ¿Y cuánto dinero robaron?

¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Cuántos eran los banqueros? ¿Cuánto robaron? ¿Les parece que el ministro de Economía fue justo al tacharlos de codiciosos? ¿Y qué les parece la contienda alfabética catorce vs. billón?